Este taller trata de un viaje retrospectivo, íntimo y reparador a la búsqueda y aceptación de una parte que pocas veces ha gozado de una escucha comprensiva y cariño incondicional, nuestra INFANCIA.

¿Cómo identificar a nuestro niñ@ intern@? ¿Cómo nos comunicamos con él/ella? ¿Cómo le escuchamos cuando juega, se mueve o simplemente se sienta ante nosotros en silencio? ¿Qué es lo que nos está diciendo? Y, principalmente ¿Cómo utilizar esto como recursos de crecimiento interno?

Para ello son muy importantes las herramientas y recursos con los que entraremos en un mundo tan frágil como lleno de energía. Serán el juego, en tanto integra mundo verbal con no verbal, la construcción de las emociones desde las imágenes y sensaciones, el uso de la palabra como mundo simbólico, y la relación con el terapeuta/adulto en tanto un modelo de vínculo con el mundo que nos rodea.